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¿Cómo puedo conocer la voluntad de Dios para mi vida?
Por: Pastor René X. Pereira
Esta es la pregunta que se hacen aquellos cristianos que de corazón desean vivir y actuar de acuerdo al propósito de Dios. La pregunta es legítima, aunque realmente no es la mejor pregunta.
La pregunta debiera ser: ¿Cuál es la voluntad de Dios? Y una vez conozco cuál es su voluntad y propósito, entonces ajusto mi vida a esa voluntad. Y Dios ha querido que cada creyente conozca su voluntad. Para eso nos ha dejado las Escrituras que claramente nos revelan el carácter divino y su perfecta voluntad. El apóstol Pablo le escribe a Timoteo: «Porque toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.» (2 Tim. 3:16) ¿Oíste bien? Para que el creyente sea perfecto (completo) y preparado para toda buena obra.
El segundo medio de gracia que Dios nos ha dado a todos los creyentes es la dirección y guía de su Espíritu Santo. Su Espíritu nos da discernimiento y entendimiento para poder conocer y comprender su Palabra y tomar decisiones según su voluntad. Para esto el creyente necesita recurrir a la oración con la cual tenemos comunión con el Señor y recibimos dirección para muchas cosas particulares y específicas. La Palabra nos da los principios generales. La oración y la guía de su Espíritu nos da la dirección para cosas particulares. Por ejemplo, la Escritura nos dice: «no te unas en yugo desigual con un incrédulo». Una joven cristiana no necesita orar si el joven que le propone matrimonio es un inconverso; hay que obedecer y ya. Porque ya la Palabra ha dado el principio; sin embargo, si el joven es un creyente, la oración es necesaria para saber si ese joven en particular es la persona que Dios tiene para ella.
De modo que si de verdad deseas conocer y vivir de acuerdo a la voluntad de Dios necesitas dos cosas esenciales: Primero, escudriñar y examinar profundamente las Escrituras. Y segundo, tener una vida de oración y comunión estrecha con el Señor. El Señor ha prometido que dará sabiduría a aquellos que de corazón le buscan y le piden. El apóstol Santiago nos dice, «Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.» (Stgo. 1:5)
No cometas el error de tomar decisiones en tu vida sin contar con la dirección de Dios. NO dependas de tu intuición y tu propio juicio. El corazón es engañoso y tu propio juicio puede fallar y a menudo falla. Por eso el proverbista nos dice: «Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas. No seas sabio en tu propia opinión» (Prov. 3:5-7).
Espero esto sea de bendición para ti.