Archivos Mensuales: febrero 2017

​Prueba irrefutable; caso gano

I Juan 1:1-4

Aunque a los que practican la profesión que ejerzo secularmente, tecnólogo medico, se les llama licenciados (esto por que ameritan de una licencia del estado para ejercer) no soy abogado. Lo poco que pueda saber de leyes, lo he aprendido por lo que escucho, sin embargo de algo estoy seguro; para ganar un caso tienes que tener pruebas irrefutables o que demuestren, mas allá de duda razonable, que lo que se quiere probar es veraz.  
Cuando leemos lo escrito por el apóstol Juan, en su primera carta a la iglesia, podemos pensar, que como un buen abogado que defiende una causa justa, presenta varios argumentos contundentes a favor de la verdad irrefutable de la deidad de nuestro Señor Jesucristo y su completa humanidad.  Los falsos maestros querían introducir sus enseñanzas a la iglesia naciente, y decían que “Cristo era  Dios pero que NO fue completamente humano”.  Nada más lejos de la verdad.  Juan en su escrito refuta tal mentira y se presenta como testigo presencial de la humanidad y la deidad de Cristo.  En otras palabras les dice a estos farsantes, yo si puedo argumentar sobre nuestro Señor por tres razones;

• Yo lo vi con mis propios ojos (tuve la maravillosa oportunidad de verle cara a cara, hablar con él, comer con él, caminar con él, y hasta vivir junto a él)

• Yo lo contemplé ( pude deleitarme viendo toda la bondad y bien que había en él; admire su proceder hacia sus semejantes, escuché detenidamente cada frase que salió de sus santos labios, pude gozarme con cada milagro que el realizó, y hasta vi, su dolorosa entrega por nosotros)

• Por último; experimenté, en carne propia, su calor humano, al tener el privilegio de estrechar sus manos y recostar mi cabeza sobre su pecho.

Ninguno de estos farsantes pudo contra tales argumentos.  El apóstol Juan, inspirado por el Espíritu Santo, ganó su caso y la iglesia siguió creciendo.  Todavía, en nuestros días, se levantan muchos falsos maestros queriendo engañar a la iglesia.  Sin embargo, hoy todavía contamos con los argumentos, dados por Dios en su Palabra, para defender nuestra fe.  Hagamos frente a aquellos que quieren desviarnos de la verdadera doctrina de fe, usemos LA PALABRA.

Pastor Wilfredo Borrero García