Archivos Mensuales: septiembre 2015
Sal (NaCl) – Sazona y Preserva
Todo aquel que ha pasado un buen tiempo cerca de un cristiano, o ha escuchado la exposición de la Palabra de Dios en repetidas ocasiones a lo largo de su vida, de seguro, ha escuchado hablar sobre la sal. Esto se debe a que nuestro Señor Jesús, haciendo uso de una hermosa metáfora, comparó a los cristianos con ese útil, preciado y peculiar compuesto.
Nuestro Señor, de manera magistral, haciendo uso de esta metáfora, logró describir lo que es o debería ser la vida del cristiano en medio del mundo que le rodea. El hijo de Dios o cristiano, toda aquella persona que haya nacido de nuevo, debe o debería ser, como la sal, un elemento que imparte sabor y preserva. El cristiano está llamado a impartir sabor, a la desazón que existe en el mundo a causa de la maldad. También todo aquel que ha nacido de nuevo debe ser, al igual que la sal, un elemento que ayuda a detener el proceso de putrefacción o deterioro del mundo que se da por causa del pecado.
Ésta, es una verdad conocida por toda aquella persona que conoce a Cristo, y es o debería ser, motivo de buscar cada día parecernos más a Él para así lograr cumplir con ella. Sin embargo, la realidad es, que hoy son muy pocos los que están procurando cumplir con esta hermosa verdad en sus vidas. Y nos preguntamos ¿por qué?
Tal vez hay muchas respuestas a esa pregunta, sin embargo, hoy no quisiéramos entrar en esas consideraciones. Lo que hoy nos interesa, es aportar en la comprensión de nuestro rol como sal en la tierra. Pienso que quizás entendiendo nuestro rol, podamos permitir que Dios nos use para que Su nombre sea glorificado en y a través de nosotros.
Muchos saben que el cristiano, al igual que la sal, debe dar sabor y ayudar a preservar a este mundo que nos rodea, pero ¿cómo podemos hacer esto?, esa es una buena pregunta, y creo que tengo una respuesta sencilla que nos puede ayudar a contestarla.
Mis hermanos, creo que considerar lo siguiente, nos ayudará a cumplir con nuestro rol como sal en este mundo; el entender, el tener un poco más de conocimiento sobre cómo funcionan las propiedades de la sal nos puede ser de gran ayuda.
1. La sal da sabor – esta propiedad de la sal, proviene de una singular molécula llamada NaCl. Ésta molécula es la que forma los cristales de sal. Ésta molécula, compuesta por los elementos Na (sodio) y Cloruro (Cl), tiene la peculiaridad de poder pegarse a unos receptores específicos en la lengua que detectan su presencia. Cuando esto ocurre, estos receptores, envían una señal al cerebro, la cual es interpretada como sabor. En otras palabras, los componentes de la sal, su naturaleza, al entrar en contacto con la lengua, es lo que hace que nuestro cuerpo perciba el sabor de la sal.
Así de sencillo, es la forma en que funciona esta propiedad de la sal. Y mis hermanos, de la misma manera, es que se supone que el cristiano debe dar sabor a este mundo.
Todo hijo de Dios debe tener claro, que Dios en su gracia y misericordia, puso una nueva naturaleza en nosotros; Cristo es la nueva naturaleza en nosotros, y cuando esa nueva naturaleza que está en nosotros, se pone en contacto con el mundo que nos rodea, ella dará sabor al mundo. Cuando permitimos que sea Cristo el que reine en nuestros corazones, que sea Él, el que dicte y dirija nuestros pasos, es entonces cuando sazonaremos este mundo que está lleno de sinsabores a causa del pecado y la maldad. El apóstol Pablo decía “con Cristo estoy juntamente crucificado y ya no vivo yo más Cristo vive en mí,”, entender esto, es lo que marca la diferencia entre un cristiano insípido y uno que da sabor al mundo.
Amados, si queremos cumplir con nuestro rol como sal, y dar sabor al mundo que nos rodea, debemos procurar que los demás sean receptores de esa nuestra nueva naturaleza, que es Cristo en nosotros.
2. La sal preserva – esta propiedad de la sal también proviene de la molécula que la compone; o sea de su naturaleza, de lo que está formada. Muchos saben que la sal preserva pero pocos saben cómo es ese proceso. Y es entendiendo éste proceso que también pudiéramos entender cómo podemos ser agentes que ayudan en la preservación de un mundo que está pudriéndose, por causa del pecado.
La molécula que compone la sal (NaCl) tiene una peculiaridad que es bien importante en el proceso de preservación de alimentos y esa peculiaridad es la siguiente; esa molécula se enlaza fácilmente a las moléculas de agua. En otras palabras la sal tiene la capacidad de “absorber” el agua, por decirlo de una manera simple. En otras palabras, la sal tiene la capacidad de ser un deshidratante. Donde hay humedad, si echamos sal, la humedad desaparece, y eso ocurre porque la sal “absorbe” la humedad. Y es ésta propiedad, la que ayuda en la preservación de los alimentos, en especial de las carnes. Pero ¿cómo se da ese proceso de preservación? Les explico:
El proceso de putrefacción en los alimentos depende directamente de la humedad presente en los alimentos. Esto se debe, a que en los ambientes húmedos, es donde las bacterias, que descomponen los alimentos, pueden desarrollarse con facilidad. Mientras más húmedo está el alimento más rápido se descompondrá, porque éste es el ambiente idóneo para el desarrollo exponencial de las bacterias que se alimentarán descomponiendo el alimento.
Cuando se coloca la sal en los alimentos, lo que se hace es propiciar un ambiente no apto para el desarrollo de las bacterias y por ende el proceso de descomposición se desacelera o se detiene. De esa manera es que la sal preserva los alimentos.
De una manera similar ocurre con el cristiano. Nosotros vivimos en un mundo que está en pleno proceso de putrefacción, el pecado ha corrompido y sigue destruyendo todo lo que nos rodea; y el ambiente sin Cristo, que impera en el mundo, es el ambiente ideal para que el pecado siga su proceso de pudrición. Ahora bien, Dios en su soberanía, nos ha colocado en este mundo caído para que por medio de nuestra nueva naturaleza, Cristo, detengamos el avance del pecado, en lo que Él cumple con sus soberanos propósitos en la tierra, y se añaden a la iglesia los que han de ser salvos. Son los que han nacido de nuevo los que tenemos que propiciar el ambiente necesario para que el pecado no se multiplique de manera exponencial.
El hijo de Dios, por medio de nuestra nueva naturaleza espiritual, la cual está impregnada y se nutre de los principios y verdades de Dios, debe ser un agente que promueva un ambiente, que no permita el avance acelerado de la putrefacción que viene por causa del pecado. El cristiano, donde quiera que esté, debe buscar poner en alto los principios y las verdades reveladas en la Palabra de Dios, porque éstas, son las que detienen o desaceleran el avance del pecado en este mundo. Entender ésto, debería llevar a cualquier hijo de Dios a reflexionar y preguntarse, si está marcando la diferencia en el mundo que nos rodea.
Todo el que ha estudiado la Palabra de Dios sabe, que Dios ha prometido un cielo nuevo y la tierra nueva, allí será el lugar donde podremos vivir libres de pecado y moraremos junto a Él. Esa es nuestra esperanza. Sin embargo, mientras tanto, Dios nos ha dado una tarea que debemos buscar cumplir a cabalidad, y esa tarea es; ser sal en el mundo que nos rodea.
La pregunta que debemos hacernos hoy es; ¿Estoy cumpliendo con mi función de sazonar y preservar?
Pastor Wilfredo Borrero García
Los héroes de la fe de este tiempo
«Otros experimentaron vituperios y azotes, y a más de esto prisiones y cárceles. Fueron apedreados, aserrados, puestos a prueba, muertos a filo de espada; anduvieron de acá para allá cubiertos de pieles de ovejas y de cabras, pobres, angustiados, maltratados; de los cuales el mundo no era digno…» (Hebreos 11:36-38)
ha comenzado ya. No hay manera de ignorar la realidad. Ha comenzado a desatarse la persecución en los Estados Unidos en contra de todos aquellos que no estén dispuestos a claudicar a sus principios de fe y se nieguen a aceptar la nueva tiranía sexual que ha arropado a la una vez fue una nación que respetaba la Biblia y los principios de Dios.
Pero hay héroes de la fe en este tiempo, como los ha habido en otras épocas de la historia que han estado dispuestos a mantenerse firmes y sin ceder a sus principios. Ella se llama Kim Davis; una mujer cristiana que por sus princiios de fe se ha negado a inscribir matrimonios del mismo sexo en el estado de Kentucky. Acudió en auxilio de la Corte Suprema de los EU y la corte determinó que los derechos de los homosexuales están por encima de los derechos y las libertades religiosas. Esta última decisión de la Corte Suprema es muy importante ya que establece una jerarquía donde la libertad de conciencia cristiana pasa a un segundo plano. El candidato presidencial republicano Mike Hukabee, ex gobernador de Arkansas, dijo: «La detención de Kim Davis elimina todas las dudas acerca de la criminalización del cristianismo en este país. Debemos defenderlo».
Esta valiente mujer, digna de admirar y emular, tomó entonces la decisión de no acatar la decisión de la Corte Suprema. Sabiendo lo que le iba a costar, Kim se mantuvo firme en su decisión. En el día de ayer fue arrestada y está en la cárcel. Esta es la primera víctima de persecución religiosa en los Estados Unidos. Con esto el gobierno diabólico de Barak Obama pretende enviar un claro mensaje a los cristianos de la nación: ¿O se someten a la tiranía homosexual norteamericana, o pagarán las consecuencias».
Oremos por Kim Davis. Al ella recibir su sentencia, la aceptó gozosa y agradeció al juez por su decisión. Estas fueron sus palabras: «No puedo apartarme de lo que creo. Tengo que amar al Señor con todo mi corazón, mente, cuerpo y alma, con todas mis fuerzas. Con cada aliento que tomamos y cada latido de nuestro corazón», dijo Davis. Al igual que Daniel cuando desobedeció el edicto del rey y le condenaron a ser echado al foso de los leones, y al igual que los tres jóvenes judíos a ser lanzados al horno de fuego por negarse a adorar la estatua de oro, Kim Davis se ha unido a esa lista de los héroes de la fe que por sus princiopios y convicciones soportaron prisiones, cárceles y todo tipo de vituperios. Este mundo no es digno de personas como Kim Davis.
Pero ahora me dirijo a ti, que lees estos comentarios: ¿Estás tú preparado(a) para ser fiel a Dios y a sus principios cuando te toque tu turno? Nuestra fe va a ser probada muy pronto, como lo fue la de Kim Davis. Ella pasó la prueba. Pero me temo que muchos cristianos que conozco no lo estarán. Algunos buscarán excusas para ceder. Porque muchos cristianos en este tiempo viven un cristianismo cómodo y de conveniencia. Si en las cosas más sencillas muchos no están dispuestos a poner a Dios en primer lugar de sus vidas, ¿qué será cuando esté en juego nuestra libertad personal?
Mis hermanos y amigos, esto ya ha comenzado. La persecución está en camino. Te exhorto a que examines tu corazón, evalúes tus prioridades y recuerda las palabras de Jesús: El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí; y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí. El que halla su vida, la perderá; y el que pierde su vida por causa de mí, la hallará. (Mateo 10:37)
Pastor Rene X. Pereira
Libro «Escatología Final de los Tiempos»
Autor: José Grau. Estaremos utilizando este libro como referencia para los estudios de Escatología los miércoles.
Puede bajarlo aquí: Escatologia-Final-de-Los-Tiempos-Jose-Grau